Diego de Almagro Descubridor y conquistador de Chile
Primeros añosDiego nació en la ciudad de Almagro, fué hijo ilegitimo de Juan de Montenegro y Elvira Gutiérrez. Ambos padres se habían dado la promesa de matrimonio, pero terminaron su noviazgo sin realizar este compromiso. Para cuando rompieron Elvira estaba preñada de Diego, razón por la que sus familiares la ocultaron hasta que naciese el niño, que vio la luz el año
1479.
Para salvar el honor de la madre, sus familiares le quitaron el infante y lo trasladaron a la cercana aldea de Bolaños, para después ser criado en
Aldea del Rey, a cargo de Sancha López del Peral.
Cuando cumplió los 4 años volvió a Almagro, bajo la tutela de su tío llamado Hernán Gutiérrez, hasta los 15 años, cuando por causa de la dureza de su tío se fugo de casa.
Se dirigió a la casa de su madre, que ahora vivía con su nuevo esposo, para avisarle de lo ocurrido y de que se iría a recorrer el mundo, pidiéndole algo de pan que le ayude a vivir en su miseria. Su madre, angustiada, le busco un pedazo de pan y unas monedas y le dijo: «Toma, hijo, y no me des mas pasión, e vete, e ayúdate de Dios en tu ventura».
Después se le encontraría en
Sevilla como criado de don Luis de Polanco, que era uno de, los alcaldes de aquella ciudad. Durante este trabajo que realizo, Almagro acuchillo a otro criado por ciertas diferencias, dejándolo con heridas tan grave que Almagro no quiso enfrentar un juicio, por lo que huyo de Sevilla y vago por los rutas hasta que decidió partir a
América.
Llegada a América
Almagro llego al nuevo mundo el
30 de junio de 1514en la expedición que
Fernando el Católico enviaba al mando de
Pedrarias Dávila. La expedición desembarco en la ciudad de Santa Maria la Antigua del Darien, en donde se encontraban muchos otros futuros conquistadores destacados, entre ellos
Francisco Pizarro.
De Almagro no se tienen muchas noticias en este periodo , pero se sabe que acompaño a varios capitanes que salieron de la ciudad de Darien entre
1514 y
1515, aunque se mantuvo principalmente en la ciudad, construyéndose una casa y dedicándose a la agricultura.
Desarrollo su primera acción conquistadora el
30 de noviembre de
1515, cuando partió de Darien al mando de 260 hombres, fundando villa del
Acla, ubicada en el lugar del mismo nombre, pero tuvo que desistir de su empresa porque cayo enfermo y debió regresar a la ciudad, dejando la misión de completar su plan al licenciado
Gaspar de Espinosa.
Espinosa decidió realizar una nueva expedición, partiendo en diciembre con 200 hombres, en los que estaba un ya recuperado Almagro, y Francisco Pizarro, quien por primera vez tenia el cargo de capitán. Durante los 14 meses que duro la expedición. Se conocieron los dos hombre, si es que no lo habían hecho en el pasando, y conocían ya al padre
Hernando de Luque, y aunque la famosa sociedad entre los tres no estaba realizada ni mucho menos, ya se demostraban confianza y amistad.
Almagro trabajo por algún con
Vasco Núñez de Balboa, en ese tiempo encargado de Acla, que con los materiales de la expedición de Espinosa quería formar un barco, recortarlo y reconstruirlo en el mar del sur (
el Pacífico), sin embargo, según los datos tenidos hasta el momento, no hay indicios de que participara en la expedición de Balboa y es mas probable que allá regresado a Darien.
Tomo parte en las incursiones, fundaciones y conquistas desarrolladas en el golfo de Panamá, participando nuevamente en una de las expediciones de Espinoza, que se transportaba en dos barcos de Balboa. De Almagro en esta expedición solo sabemos que sirvió como testigo en listas que a cada acontecimiento relacionado con indígenas que hacia levantar Espinoza.
Permaneció en la recién fundada ciudad de
Panamá y ayudando a la poblar esta. Durante cuatro años no participo de nuevas expediciones, ocupando su tiempo administración de sus bienes y los de Pizarro. Nació en esta época su hijo
Diego de Almagro el Mozo, que tuvo con una india de la región llamada Ana Martínez.
Conquista del Perú
Para aquella época se formalizo la sociedad entre Almagro, Pizarro y Luque, recibiendo a principios de agosto de 1524, el permiso esperado para descubrir y conquistar por cuenta suya las tierras ubicadas en el levante de Panamá, empresa que culminaron con la conquista del
Imperio Inca por parte de Pizarro.
Almagro permaneció en
Panamá para reclutar hombres y conseguir avituallamiento, mientras Pizarro capturaba a Atahualpa en Cajamarca. Los éxitos de Pizarro lo movieron a solicitar el permiso real para emprender, por cuenta propia, la conquista de nuevos territorios, lo que le fue denegado; no obstante, cuando llegó a Perú, en 1533, lo hizo con un título de igual importancia que el de Pizarro, lo cual causó fricciones entre ambos.
Tras repartirse el tesoro de
Atahualpa y ejecutarlo, partieron hacia
Cuzco y tomaron la ciudad. La intromisión de
Pedro de Alvarado se resolvió con el pago de una indemnización a éste y su retirada, con lo que se evitó un conflicto.
Descubrimiento de ChileDiego de Almagro llega al Valle de Copiapó
(1536) donde tomó posesión de
Chile en nombre de
Carlos V
Almagro inicio los preparativos de su expedición a
Chile con buenos auspicios. Le llegaban noticias de los incas de que la región al sur el
Cuzco estaba poblado de oro, por lo que junto fácilmente 500 hombres para la expedición, muchos de los cuales lo habían acompañado al
Perú. Iban también en la expedición unos 100 negros y unos 10.000 o mas indios
yanaconas para el transporte de las armas, ropas, víveres, etc.
Las noticias que les llegaban de Chile eran falsas, los incas planeaban una rebelión contra sus dominadores y deseaban que aquel grupo tan numeroso de españoles se alejara del Perú. Para convencerles, cuando Almagro le pidió al Inca Manco un alto señor del imperio para que les preparada el camino junto a tres soldados españoles, Inca les entrego el mas alto jefe religioso, el Villac-Umu, a su propio hermano llamado Pablo Inga, y su propia compañía.
Encomendó a Juan de Saavedra que se adelantase con un columna de cien soldados para que, a la distancia de unas ciento treinta leguas, fundase un pueblo y lo esperase con los alimentos e indios de relevo que pudiera reunir en aquellas comarcas.
Almagro salió de
Cuzco a principios de julio de
1535 y se detuvo en
Moina, hasta el
20 de ese mes, detenido por el inesperado arresto de el Inca Manco por
Juan Pizarro, acción que le valió varios dolores de cabeza.
Dejada atrás Moina, Almagro se encamino por el camino del inca, con los 50 hombres en que consistía su columna. Recorrieron el área occidental del lago
Titicaca, cruzaron el rió Desaguero y se encontró con Saavedra, que logro reunir a 50 españoles mas, que pertenecían al grupo del capitán Gabriel de Rojas, y que decidieron abandonar a su jefe y dirigirse a Chile. Permanecieron cerca del lago
Augallas todo agosto, en espera del derretimiento de las nieves de la
cordillera de los Andes.
Pasado este contratiempo, se dirigieron a Tupiza, donde se encontraron con Pablo Inga y el Villac-Umu, que tenían recolectado oro de los tributos de la región, los tres españoles que los acompañaron. Aquí Almagro realizo una nueva pausa de dos meses en la expedición, esperando que viniesen las tropas
Aquí le inquieto una nueva noticia, había arribado a Perú el obispo de
Panama, fray
Tomas de Berlanga, que traía poderes para dirimir el conflicto de limites entre los conquistadores. Los amigos de Almagro le solicitaron que volviese para defender mejor su causa, pero el Adelantado quería ir por la riqueza chilena, por lo que siguió adelante. Otro contratiempo se presento cuando el Villac-Umu se escapo de la expedición y se devolvió al norte. Pero siguieron adelante, ya que aun contaban con Pablo Inga.
Con mas dificultades incluyendo la perdidas de varios hombres en manos indígenas, los españoles llegaron finalmente a
Salta, el ultimo paso antes de atravesar los Andes.
Guerra Civil y Muerte
En
1535, el emperador
Carlos V lo recompensó con la gobernación de
Nueva Toledo, al sur de Perú, y el título de adelantado en las tierras más allá del
lago Titicaca. A su regreso a Perú, en 1537, Almagro ocupó la ciudad de Cuzco, haciendo prisioneros a
Hernando y
Gonzalo Pizarro, por considerar que pertenecía a su gobernación. Este hecho suscitó un sangriento enfrentamiento entre almagristas y pizarristas que concluyó con la victoria de los Pizarro en la
batalla de las Salinas, en abril de 1538. Hecho prisionero, Almagro fue ejecutado el mes de julio de ese mismo año en la Plaza Mayor de Cuzco.