13 Julio 2009
Había una pintada con las siglas de Resistencia Galega, y el atentado parece vinculado a las obras del puerto de Massó
Había una pintada con las siglas de Resistencia Galega, y el atentado parece vinculado a las obras del puerto de Massó
Un voraz incendio, provocado posiblemente con gasolina, devoró en minutos totalmente el cajero de las oficinas de Caixanova en la Avenida de Bueu, en Cangas, obligando a desalojar a unos 20 vecinos del edificio a las cuatro de la madrugada de ayer. Distintas fuentes aseguran que fue localizado un mechero y un guante en el lugar de los hechos, por lo que se supone que el autor sufrió quemaduras. Había una pintada con las siglas de Resistencia Galega, y las sospechas apuntan que el atentado tienen relación con las obras del puerto deportivo de Massó.
Cangas sufrió ayer el tercer atentado en dos años atribuido a Resistencia Galega, un grupúsculo independentista, sin que aún a día fueran detenidos sus autores. Afortunadamente, en ninguno de los tres casos hubo daños personales, aunque los materiales fueron cuantiosos. En el los primeros indicios apuntan a que el cajero de la oficina de Caixanova en la Avenida de Bueu, en pleno frente marítimo de Cangas, fue rociado con gasolina, a la que prendieron fuego en la acera de la calle, en el límite del edificio. Los hechos tuvieron lugar en torno a las cuatro de la madrugada, siendo desalojados por precaución unos 20 vecinos que viven en el edificio, puesto que el humo entró en el mismo. El cajero de Caixanova de una de sus oficinas secundarias de Cangas quedó totalmente destruído a las cuatro de la madrugada de ayer, a pesar de la rápida intervención de Protección Civil y de Bomberos deOMorrazo, lo que hace suponer que fue rociado el interior del mismo con gasolina u otro producto muy inflamable, que incluso provocó que reventasen las piezas de mármol, aunque no el cristal blindado que protege la propia oficina, de hecho los únicos daños en la misma fueron por el humo y la carbonilla. En el lugar de los hechos prestaron también servicio Guardia Civil y Policía Local, encargándose después de la investigación dos grupos de la policía científica de la propio benemérita. Distintas fuentes consultadas coincidieron en asegurar que en el lugar de los hechos fue localizado un guante y un mechero, que se supone dejó el autor del atentado, que se supone resultó con quemaduras en la mano. De hecho, autoridades y efectivos policiales se muestran convencidos de que pronto habrá pruebas concluyentes sobre el autor o autores, e incluso se podría producir alguna detención. En mayo de 2007 apareció una olla expres en unos chalés de la parroquia de Darbo, que fue exposionada por especialistas de la Guardia Civil, mientras en noviembre de ese mismo año una bomba casera, de unos 5 kilos de cloratita, explotó en la Inmobiliaria Morrazo de la villa. Protección Civil de Cangas y Guardia Civil, con la colaboración de algunos vecinos, desalojaron a unas 20 personas que viven el edificio, en cuya planta baja está la oficina con cajero de Caixanova. Salieron con lo puesto, en pijama o camisón, además de alguna que otra prenda que cogieron en el camino de la puerta del piso. El desconcierto fue general ante la sorpresa de que a las cuatro de la madrugada llamen a la puerta con insistencia, pero todos colaboraron de inmedito al advertirles que era necesario desalojar por la presencia de humo en el edificio. Tuvieron que aguardar sobre una hora en la entrada de otro edificio próximo, hasta que emergencias consideró que xa no existía peligro. El humo se introdujo en el edificio Boa Vista, que tiene el número cuatro y está situado ante la nueva lonja (en construcción), por los conductos de la ventilación, y fue salir al cuarto del cuadro eléctrico. Se coló por debajo de la puerta y fue subiendo por el tiro de escaleras, de hecho aún olía a media mañana. Al lugar de los hechos se desplazaron a primera hora los máximos responsables de Caixanova, al frente de los cuales estaba su director general, José Luis Pego Alonso. Por parte del Concello allí estuvo la alcaldesa, Clara Millán González, del BNG, y la edil de Tráfico, Maise Vilas Rodas, del PSOE. Todos ellos visitaron la oficina central de Caixanova, en la Avenida de E. Sequeiros, para solidarizarse con el personal. Pego se acercó a continuación al Concello, para agradecer uno a uno a los funcionarios la colaboración prestada por la administración local ante el atentado sufrido. Caixanova atenderá a sus clientes en las sucursales próximas a la incendiada, ratificando que sólo afectó al cajero, y aguardando reabrir en breve esa oficina.