Visir (del árabe, وزير wazīr) es, en un contexto histórico islámico, un cargo equivalente al de primer ministro, ayudante o valido de un monarca.
La figura del visir cobró importancia cuando los califas abbasíes adoptaron las formas de la extinta monarquía persa. El califa se rodeaba de pompa y se convertía en un ser misterioso e invisible, que gobernaba por medio de un primer ministro que generalmente cumplía la doble función de mantener al monarca alejado de las ingratas tareas administrativas y al tiempo atraer sobre sí mismo las responsabilidades y cuentas que pudieran pedirse sobre la acción de gobierno, manteniendo así intacta la reputación del califa, jefe temporal y espiritual de la comunidad. La figura no tiene nada de original: no está ligada únicamente al califato ni tampoco a un contexto islámico, aunque fuera de él no se usa el término visir.
En el oriente musulmán (Máshreq) muchos visires eran persas, personas que quizá por su tradición cultural estaban más preparadas para asumir las tareas de administración de un gran territorio que sus jefes, los califas árabes o los sultanes otomanos, unos y otros procedentes de tradiciones culturales nómadas o en cualquier caso ligadas a pequeños Estados.
Los visires ejercían en ocasiones el poder de facto, dejando a los monarcas como meras figuras legitimadoras de su autoridad, tal y como ocurría en Europa con los validos de los reyes.
En el imaginario popular, la figura del visir o "gran visir" es un estereotipo ligado muchas veces a la maldad, la codicia o la conspiración, precisamente por aparecer como responsables últimos de las decisiones políticas y de la represión, fuera ello verdad o no. Un ejemplo de ello es Ya'far al-Barmaki, visir del califa Harun al-Rashid y finalmente ejecutado por orden de éste, que ha quedado para la posteridad como personaje intrínsecamente malvado, protagonista de varios cuentos populares. Puede verse su rastro en la película Aladdin de Walt Disney. Otro visir malvado, éste totalmente ficticio, es Iznogud, personaje de historieta creado por René Goscinny y Jean Tabary cuya obsesión es "ser califa en lugar del califa" (pretensión que, por otro lado, no sería verosímil en un visir real).
Otros visires famosos son Nizam al-Mulk, ministro del joven rey turco de la dinastía selyúcida Malik Shah, al que se atribuye un papel de visir paternalista y sabio, y a veces cercano a Maquiavelo, o el andalusí Ya'qub al-Mansur, Almanzor. El cargo de este último era el de hāyib o chambelán de Hisham II y no el de visir, aunque sus funciones eran similares.
En lengua árabe actual, wazīr equivale a "ministro", y el cargo de primer ministro se llama, generalmente, ra'īs al-wuzarā', "presidente de los ministros". El uso del término visir es aceptable únicamente en un contexto histórico; si se refiere a un cargo actual lo habitual es traducir wazīr como "ministro".
El visir en el Antiguo Egipto
Artículo principal: Chaty
En textos actuales, referentes a la historia del Antiguo Egipto, se denomina visir (anacrónicamente) al máximo dirigente o "primer ministro", cuya autoridad sólo era superada por la del faraón, asumiendo varias de sus funciones por delegación.
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