Gerónimo de Alderete (1516-1556)
Nació en Olmedo, España, en 1516, y murió en Panamá el año 1556, afectado por la fiebre amarilla. Sólo se sabe que sus padres fueron Francisco de Mercado e Isabel de Alderete, y no se conocen mayores datos de su infancia y adolescencia.
Llegó a América en 1535 y se dirigió al Perú; participó en las expediciones que exploraron el Gran Chaco, sirviendo bajo las órdenes de Diego de Rojas (1539). El objetivo de esta empresa era sentar el dominio hispano en esa región, para facilitar las comunicaciones con la ciudad de Asunción del Paraguay, fundada por Juan de Ayolas en agosto de 1536.
Las expectativas no eran lisonjeras, pues Ayolas y 200 de sus hombres habían muerto a manos de los indígenas en 1537.
Por alrededor de un año, los exploradores recorrieron el territorio sin resultados provechosos: los bosques eran prácticamente impenetrables, los ríos se desbordaban dificultando el avance, y los naturales asediaban constantemente a los conquistadores. Pero así y todo, lograron llegar hasta el río Pilcomayo.
Perdidas las esperanzas, Rojas y sus hombres emprendieron el camino hacia Tarija, desde donde salió a su encuentro otro de los futuros conquistadores de Chile, Francisco de Aguirre. Unidos, se sumaron a la empresa de Pedro de Valdivia (abril de 1540), de quien fue un leal colaborador. A la muerte de aquel, fue designado Gobernador de Chile por el Rey Carlos V, pero no asumió debido a que falleció antes de hacerlo.
Primeras tareas
En Chile, Gerónimo de Alderete se distinguió como uno de los personajes más cercanos a Pedro de Valdivia, por lo que asumió el cargo de regidor en el Cabildo de Santiago y también el de tesorero, es decir, custodio de los dineros provenientes de los impuestos que se cobraban.
En 1544, Alderete participó en la expedición marítima que Pedro de Valdivia envió al Estrecho de Magallanes a bordo de la nave llamada San Pedro, al mando de Juan Bautista Pastene. Reconociendo las costas, los expedicionarios llegaron hasta los 41° de latitud sur, a una bahía que bautizaron con el mismo nombre de su nave. Luego, enfilaron la proa hacia el norte, debido a la imposibilidad de llegar al destino asignado por el Gobernador de Chile.
Con el Gobernador del Perú
Alderete era uno de los hombres de confianza de Pedro de Valdivia y por ello fue uno de los pocos conquistadores de Chile que lo acompañaron al Perú en 1547, con el fin de combatir contra los sublevados Hernando y Gonzalo Pizarro, bajo las órdenes de Pedro de La Gasca. Los hermanos de Francisco Pizarro, conquistador de ese territorio, se habían alzado contra la autoridad real y debían ser reducidos. Alderete participó en la Batalla de Xaquixahuana, con la que se puso fin a tal rebelión (1548).
Una vez que La Gasca confirmó el título de Gobernador detentado por Pedro de Valdivia —quien hasta ese momento ejercía tal cargo por designación del Cabildo de Santiago, sujeto a la ratificación de las autoridades—, tanto Valdivia como Alderete se dieron a la tarea de conseguir refuerzos para continuar la Conquista.
Parte de estas nuevas tropas
—que fueron remitidas por mar hacia Chile al mando de Alderete— debieron permanecer en Arica esperando el resultado del proceso judicial al cual el Gobernador fue sometido en Lima, por las acusaciones que se habían presentado en su contra.
Ya en Chile, a Alderete le correspondió desarrollar un activo papel en la Guerra de Arauco. Presente en varios enfrentamientos militares (1550-1551) fundó, a nombre de Valdivia, el poblado de la Villa Rica —como se decía entonces—, actual Villarrica.
Misión a España y muerte de Valdivia
En 1552, Alderete fue enviado a España con una misión que no podía ser más delicada: conseguir que Carlos V confirmara el nombramiento de Gobernador que De La Gasca había otorgado a Pedro de Valdivia; y, además, lograr que se ampliara la gobernación más allá del Estrecho de Magallanes. También, debía entregar al Rey la cantidad de 70 mil pesos provenientes del quinto real, impuesto que se cobraba a la explotación del oro y otros minerales.
Por su parte, el Cabildo de Santiago lo había nombrado como su procurador ante el monarca, encomendándole lograr una rebaja en el monto de dicho tributo.
Pedro de Valdivia, por otro lado, le pidió un favor personal: traer a Chile a su mujer, Marina Ortíz de Gaete, para así cumplir cabalmente con la sentencia del proceso que se le siguió en Lima.
Estando en la Península, Alderete se enteró de la muerte de Valdivia a manos de los indígenas y fue nombrado Gobernador de Chile por el Rey. Sin embargo, no pudo asumir el cargo, pues murió en Panamá afectado por la fiebre amarilla.
Fuente: Cristián Guerrero Lira, Fernando Ramírez Morales e Isabel Torres Dujisin.
Fuente: Cristián Guerrero Lira, Fernando Ramírez Morales e Isabel Torres Dujisin.
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